He estado a punto de no intentarlo hoy. Hacía frío, hacía mucho viento, se había hecho muy tarde y había muchas nubes, con lo que el atardecer se preveía triste. Pero he decidido vencer esos pequeños miedos e ir a por el objetivo. ¡Hoy era el día!
En la vida, muchas veces no intentamos cosas por miedo, y ya si hablamos del caso de una enfermedad como el cáncer, el miedo puede llevarnos incluso a dejar de luchar, a rendirnos. El miedo a encontrarte cada día peor, el miedo a que el tratamiento no sirva para nada, el miedo a no recuperarte del todo, incluso el miedo a que te falte el aire cuando estás recibiendo radioterapia con esa odiosa máscara que te ponen (os aseguro que es horrible).
No vayáis a pensar que porque ahora me encuentre mejor no he pasado miedo. Como mínimo, he pasado por todos los que os he descrito. Pero hay que sacar fuerzas de donde no las hay e intentarlo. Yo saqué fuerzas de mi familia, de mis amigos, de toda la gente que rezaba por mí (conocidos y desconocidos) y de la confianza de que esto no era más que una prueba más que Dios había considerado que tenía que pasar. Y en ello estamos, combatiendo día a día.
Así que mientras continúo mi lucha por la total recuperación, me permito daros este consejo: no dejéis de hacer algo por miedo y disfrutad de cada pequeño detalle del día a día. Merece la pena.
PD: ¿alguna sugerencia para mi próximo objetivo? Una vez alcanzado el segundo molino, estoy en búsqueda de otro pequeño reto. Se aceptan ideas.
Me ALEGRO mucho de que lo que te propongas lo consigas ….te entiendo perfectamente y se de que miedos hablas ….. quizás puedas seguí hasta la llana es una motivación preciosa… después de varios días llegando hasta segundo molino me embarque hacia nuestra bonita llana ,seguro que poco a poco consigues cualquier cosa, ANIMO
Pues no es mala idea; hacer la vuelta completa. Lo tendré en cuenta, gracias.