Paso a paso

Vivimos a toda velocidad. Queremos todo rápido, para YA. Cuando tenemos un capricho nos lo compramos lo antes posible; cuando nos marcamos un objetivo, nos agobiamos si tardamos en conseguirlo; e incluso la comida: rápida o que requiera poco tiempo de cocina.

Así, no sólo nos frustramos porque no conseguimos lo que queremos o cumplimos objetivos que nos llenan poco, sino que no prestamos atención al proceso.

Y el proceso hay que disfrutarlo. Cuando decidimos que queremos conseguir algo, cuando lo planificamos, cuando comenzamos a avanzar, cuando cumplimos pequeñas metas, cuando nos caemos y tenemos que parar… Porque las grandes cosas requieren dedicación, constancia, perseverancia.

No sólo hay que alegrarse al conseguir el objetivo o frustrarse en caso contrario; sino que hay que ir poco a poco, saboreando todo el proceso.

Hago esta reflexión hoy, que en el gimnasio he conseguido hacer las series de las dominadas levantando ya la mitad de mi peso. Será más o será menos, pero para mi es un gran logro. Y aunque aún me falte más tiempo del que llevo para conseguir mi reto, lo disfruto cada día y especialmente cada vez que consigo levantar un poco más de peso.

Disfrutando cada pequeño logro, disfrutando cada paso.

Ten siempre nuevos retos

Ya lo decía un antiguo maestro oriental: “un viaje de mil millas comienza con un primer paso”. Y así, cualquier reto, por grande que sea, lo llegas a cumplir si te marcas pequeños objetivos y mantienes la vista en el punto final.

Hoy hace un año que estrene mi blog. Un año en el que he tenido mis momentos mejores y mis momentos peores. Momentos de avanzar en mis retos y otros de tener que parar, recuperarme y coger fuerzas antes de seguir. Y para conmemorar este día, he decidido hacer público uno de mis próximos retos.

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