Ya lo decía un antiguo maestro oriental: “un viaje de mil millas comienza con un primer paso”. Y así, cualquier reto, por grande que sea, lo llegas a cumplir si te marcas pequeños objetivos y mantienes la vista en el punto final.
Hoy hace un año que estrene mi blog. Un año en el que he tenido mis momentos mejores y mis momentos peores. Momentos de avanzar en mis retos y otros de tener que parar, recuperarme y coger fuerzas antes de seguir. Y para conmemorar este día, he decidido hacer público uno de mis próximos retos.
Resulta que una amiga que estuvo en Japón me trajo de regalo un Daruma, que es una especie de amuleto japonés muy típico de allí. Estos se regalan para ofrecer la oportunidad a alguien de cumplir un propósito. Eso sí, un propósito que requiera trabajo, determinación y perseverancia (todo muy japonés); no uno tipo “que me toque la lotería”.
Por lo tanto, más que un amuleto de la suerte es un amuleto de la motivación. Y pensé: ¿qué reto podría fijarme que el amuleto me ayude a conseguir? Mi propósito actual de llevar una vida más sana era demasiado abstracto, pero dentro de ese propósito, sí que me podía fijar un objetivo cuantificable y que además me ayudara a ser más constante en mis entrenamientos: las dominadas. Así que me he propuesto ser capaz de hacer no una, ni dos… sino hasta 12 dominadas (hay que apuntar alto, ¿no creéis?).
Para situaros, os diré que a día de hoy no soy capaz de hacer ni una, y no se cuánto tiempo me llevará este reto. Pero eso es lo bonito de cualquier reto: fijarte un objetivo, planificarte cómo llegar hasta el, ir estableciendo y cumpliendo pequeños objetivos, enfrentarte a los obstáculos que no sabías que te encontrarías y en lugar de frenarte por alguno de ellos, buscar soluciones y seguir adelante.
Y creo que esta es una filosofía aplicable para todo en la vida. Si en lugar de asumir las desgracias o conformarnos con los fracasos, los asumimos como nuevos retos, podremos conseguir superar cualquier cosa. Y si no conseguimos superarla, al menos disfrutaremos del intento, lo cual ya es en parte una victoria.