Cuando luchas contra una enfermedad como el cáncer, o en la vida en general, te vas a enfrentar a momentos malos. Momentos de bajón. Puede que sean físicos, en los que tienes el ánimo bien, pero tú cuerpo no te corresponde; o puede que sean mentales, en los que crees que todo te sale mal o que ya no te apetece seguir luchando.
Pues creo que también hay que permitirse un poco estos momentos. No se puede ser fuerte siempre, en todo momento; o estar animado y alegre a cada minuto. No es sano.
Pero tampoco conviene recrearnos demasiado en ese sentimiento. Porque mientras estamos pensando en cómo nos gustaría que hubiera salido algo; o mientras estamos cabreados porque algo ha salido mal o simplemente no ha salido como queríamos, estamos perdiendo la oportunidad de intentarlo otra vez. No estamos buscando una nueva forma de hacerlo, o un nuevo enfoque para el problema. O un nuevo objetivo por el que luchar.
Desde hace unos días, he tenido que cancelar mis entrenamientos, posponer la mudanza a mi casa nueva, y casi parar mi actividad diaria por culpa de una lesión en la espalda. El domingo pasado me apareció en la espalda un dolor que me impedía prácticamente andar. Y cuando le pasa esto a uno, se preocupa; pero cuando has pasado por un cáncer, siempre te viene a la cabeza lo peor.
Sin embargo, yo he procurado interpretarlo como una señal de mi cuerpo de que tengo que tomármelo con un poco más de calma. Un recordatorio de que cada cosa tiene su tiempo y no hay que intentar adelantarlas.
Cada día tengo más claro que todo pasa por algún motivo; como recitaba aquel pasaje: “Ni uno de ellos caerá sin el consentimiento de vuestro Padre, pues hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados”.
Así que he echado mano de las muletas y me estoy permitiendo unos días de tomármelo todo con un poco más de calma y, ya de paso, de disfrutar un poquito más las Navidades.
Y cuando el cuerpo me lo permita de nuevo, seguiremos con la rutina normal.
Me has emocionado Álvaro, eres un ejemplo de esperanza, vida y lucha, un abrazo muy fuerte, y disfruta de la familia y la Navidad.
Muchas gracias Manolo; mucha fuerza y que disfrutéis de la Navidad vosotros también.
Álvaro no pasa nada , esto es que Alguien te manda un mensaje ” no fuerzes demasiado ” pero en poco tiempo seguiras siendo el mismo un EJEMPLO DE VIDA para todos los que te conocemos . Un beso muy grande y como siempre para tus padres también, de unas tan buenas personas, no podian sino que salir hijos tan excepcionales como vosotros
Muy bonito y esperanzador mensaje Alvaro., pero sobre todo muy emotivo. Gracias por tus reflexiones que seguro que nos ayudará a todo el que lo lea. Por lo menos conmigo lo has conseguido. Gracias crack, porque eso es lo que eres un crack y una muy buena persona. Voy a seguir tus reflexiones y a disfrutar de la familia también. Un fuerte abrazo Alvaro. Chapo!! ???.
Muchas gracias Antonio. Hay que seguir siempre adelante, así se consigue todo.